Cuando mi hermano me dijo que el y su novia iban a ser padres, todos los engranajes de mi cerebro empezaron a girar; este iba a ser mi primer sobrino o sobrina. Sabía que necesitaba pensar en comprar el regalo perfecto que no solo fuese practico, sino que contase también con un significado especial para el recién nacido. Ese nuevo pedacito de alegría iba a tener 4 tías y 1 tío. Mi objetivo era alcanzar mi estatus como la tía número 1 desde el principio, así que tuve que pensar.
Regalos Tradicionales
Regalar al bebé una cuchara de plata es una tradición en toda Europa desde hace mucho tiempo. Debe traer felicidad y riqueza al receptor a lo largo de su vida. Tanto mis hermanos como yo tenemos uno grabado con nuestro nombre, guardado en un armario y con suerte llevando a cabo su magia. Creo que es un recuerdo encantador, pero, aunque práctico, es poco probable que esto se use. Todavía es menos probable que se transmita a la siguiente generación (a no ser que su hijo lleve su mismo nombre). Además, yo sabía que esta tradición era algo de la que se ocuparían los abuelos del bebé.
Hablando sobre la llegada más reciente con mi familia, supe que después de que se anunció la gran noticia, mi abuela ya había puesto a trabajar sus agujas de tejer. Había encontrado el hilo más suave y había comenzado a hacer un par de botines diminutos para el pequeño. Eso es lo que hace y siempre ha hecho: no pasará ni un año sin un par de calcetines tejidos a mano que, para mantener los pies calientes. Con estampados bordados para nosotros, lo nietos mayores y los botines más adorables para los más pequeños. Esta es la forma que tiene de mostrarnos su amor. Y aunque durante muchos años no fui capaz de apreciar el tiempo y el trabajo que le dedica, en los últimos años he intentado seguir sus pasos lo que es una gran tarea.
El Sello de Aprobación
Viniendo de un país frío, puedo decir que los tejidos de punto son otro regalo tradicional de aquí y no sólo para bebés. Nuestros mercados (siempre con nieve para las navidades) están llenos de puestos de manoplas, bufandas, calcetines y gorros (el resto de los puestos lo ocupan los deliciosos vinos calientes, el pan de jengibre y todo tipo de artesanía hecha con madera). Muchos de estos artículos acaban convirtiéndose en el regalo perfecto para las navidades.
Al igual que Little Lolas, en el que cada vestido está inspirado en un lugar hermoso, nuestra artesanía se inspira en el folclore tradicional, lleno de colores vibrantes y estampados con rayas que pueden ser un recuerdo muy bonito y hacerte sentir más cerca de casa. Al presentar mi novio español a mi familia, el obtuvo su sello de aprobación en forma de par de calcetines con los colores de la bandera de mi país. Nuestra historia no funcionó, pero al menos guarda un recuerdo bonito de su visita.
Cuando nació el niño, un regalo bastante tradicional que recibió fue una manta de crochet para bebé que fue usada todos los meses por los padres cuando estos (noveles), hacían todas las fotos que querían tener para el álbum de recuerdos de su bebé. Visité muchas tiendas para bebés y toqué suficientes mantas tan suaves como nubes para sentir el “ohhhh” cada vez que las acercaba a mi piel. Admito que todas ellas eran hermosas, pero cuando vi las que estaban hechas a mano, fue algo diferente. Creo que hay más amor y sentimientos depositados en las cosas hechas a mano. También, sabes que sobrevivirán a cualquiera que simplemente haya sido comprada en una tienda.
Creando mi propio regalo perfecto
Tras algunas deliberaciones, decidí que mi regalo perfecto llevaría una historia humana unida a este. Cuando mi hermana era pequeña, tenía un libro de actividades donde un oso podía ir a diferentes habitaciones y podía jugar con el velcro, los botones, etc. Inspirado en ello, creé mi propio libro de actividades donde el personaje principal era el perro que teníamos cuando mi hermano y yo éramos pequeños. Cada una de las páginas era un lugar diferente dedicado a la familia y a la profesión de mi hermano y su novia. El perro podía colocarse sobre los brazos de mi hermano mientras la novia sostenía al bebé, incluso podía visitar el lugar más conocido de Zaragoza, la Basílica del Pilar.
El libro terminaba con una cama donde se podía arropar al perro junto con un osito de peluche blanco pequeñito. Tal y como era el que tenía mi hermano cuando era pequeño. No es por no presumir, pero el regalo funcionó muy bien y ahora que mi sobrino es mayor, disfruta mucho jugando con él. Mi esperanza es que, si deciden tener otro niño, también puedan jugar con él. Después de todo, los regalos perfectos son aquellos que usamos una y otra vez.
Me encanta lo amplia que es la selección de artículos para bebés, uno puede comprar cualquier cosa para hacer la vida de un bebé mucho más cómoda y adorable. Pero mirando a mi propia familia y amigos, las cosas que se guardan o se transmiten son siempre las que tienen un significado que las acompaña. Tanto si han sido hechas a mano como si se han comprado tras pensar muy bien lo que queríamos regalar.
Sandra Kamarik
Marketing Little Lola’s